Los niños también participan en la enfermedad familiar de adicción y adoptan roles diferentes para sobrevivir en una situación de caos. Algunos de estos roles y características son:

El Héroe: Es generalmente el hijo mayor de la familia, es el niño o la niña más responsable que actúa como el segundo padre o la segunda madre de sus hermanos. El héroe trata de lograr la aprobación de otros, especialmente de los adultos, casi siempre pueden lograr muchas cosas en diversas actividades, pueden ser líderes en la escuela, son buenos estudiantes. La psicología inconsciente del héroe es: si soy bueno, mi familia no puede ser tan mala y posiblemente pueda mejorar. De esta manera el hijo héroe es codependiente porque piensa que su conducta puede cambiar la conducta de su familia.

La oveja negra o chivo expiatorio: Este niño ha aprendido que la atención negativa es más fácil de lograr que la atención positiva. La oveja negra está metida en problemas con la familia, la escuela y posiblemente con la ley. Este niño experimenta con el alcohol o las drogas muy temprano en su vida o puede tener un embarazo muy joven. La codependencia se manifiesta en la negación de sus sentimientos verdaderos con la conducta de rebelión. Esta conducta extrema distrae la atención de la familia del problema primordial del alcoholismo del padre o de algún miembro de la familia y facilita la negación de toda la familia.

El niño invisible: Este niño no causa ninguna molestia y evita muchos conflictos, vive aislado de la familia y pasa mucho tiempo solo, desarrollando una vida de fantasía, Por eso puede ser muy creativo. Este niño no confía en las personas fácilmente y se acerca más a las mascotas y a los muñecos. Su codependencia se manifiesta inconscientemente en la negación de su necesidad de otros. Su soledad e independencia tienen la característica de compulsión. Compulsivamente los niños perdidos evitan a la gente.

El hijo menor o bromista:  Él usa su buen sentido del humor para llamar la atención hacia él y distraer la atención de las tensiones que hay en la familia, él es chistoso, encantador. La codependencia de este niño es que se siente responsable del dolor de la familia, y cree que debe aliviarlo con buen humor y bromas.

Estos papeles pueden desarrollarse en cualquier familia que esté atravesando por una crisis, como, por ejemplo:  un familiar con cáncer, una crisis económica, divorcio de los padres; los niños adoptan estos papeles de codependencia inconscientemente para sobrevivir en un sistema de caos, porque la familia es un sistema.

Las consecuencias de no tratar a tiempo estas conductas pueden ocasionar en la edad adulta características como: Perfeccionismo, baja autoestima, bloqueo emocional o incapacidad para intimar, rencor hacia los padres, desafío a la autoridad, aislamiento social, excesiva fantasía, baja tolerancia al estrés, ansiedad, incapaz de centrase en temas importantes, problemas de alcohol y consumo de drogas en la adolescencia y adultez.

En la Fundación Familia Integral (FAMI), se realizan evaluaciones a nivel emocional en los niños cuyas familias están atravesando una crisis. Los abordajes terapéuticos incluyen: terapia emocional infantil, terapia de pareja, terapia familiar; estos abordajes terapéuticos además de hacernos consientes de los roles que están asumiendo nuestros hijos, son complementarios en el camino hacia la recuperación de un niño y la familia.

Gissela Freire

Psicóloga y Psicorehabilitadora Infantil

BIBLIOGRAFIA: http://revistaindependientes.com/la-codependencia-familiar/