En el mundo de la terapia familiar sistémica y las constelaciones familiares, la figura paterna juega un papel fundamental en el desarrollo de un niño. Para abordar este tema, en «Café Confami» tuvimos el honor de entrevistar a Guillermo Rodríguez Vega, médico especialista en salud ocupacional, magíster en psicología clínica y de familia, y psicoterapeuta en constelaciones familiares y pedagógicas sistémicas.

La Importancia del Padre en el Desarrollo del Niño

Desde la visión sistémica, no podemos ver a un niño como un ser aislado. Un niño existe porque hay un padre y una madre. No solo tenemos papá y mamá, sino que somos papá y mamá en nuestra constitución biológica y emocional.

La madre aporta la base para la vida: la salud física, la posibilidad de la prosperidad y el anclaje a la historia familiar. Mientras tanto, el padre desempeña un rol clave en la apertura al mundo exterior. A través del padre, el niño aprende sobre la vida fuera del hogar, la realización profesional y la salud mental.

Consecuencias de la Exclusión del Padre

Cuando el padre está ausente, ya sea por separación, abandono o fallecimiento, el niño enfrenta diversas emociones como tristeza, rabia y culpa. En muchos casos, el niño puede incluso asumir que la partida del padre es su culpa, generando un impacto emocional profundo.

Según Guillermo Rodríguez, la falta de la figura paterna puede manifestarse en problemas como adicciones, dificultades para establecer relaciones saludables y desordenes emocionales. En el caso de los niños mentirosos, por ejemplo, se observa que suelen llenar la ausencia del padre con fantasías para suplir el vacío emocional.

Qué Hacer Ante la Ausencia del Padre

Es crucial que la madre permita al niño reconocer y respetar la figura paterna, incluso si el padre no está presente físicamente. Cuando la madre habla mal del padre, el niño recibe un mensaje de desvalorización que impacta su autoestima y su desarrollo emocional.

En el caso de una separación, la madre puede decirle a su hijo: «Tu papá y yo como pareja no funcionamos, pero él sigue siendo tu padre y te pido que lo mires con respeto». Esta postura permite que el niño mantenga un vínculo saludable con su origen paterno.

Si el padre ha fallecido, es recomendable honrar su memoria, hablar de él con amor y permitir que el niño tenga una imagen positiva de su progenitor. Esto ayuda a evitar la sensación de abandono y permite que el niño crezca con una mayor estabilidad emocional.

Reflexión Final

La terapia familiar sistémica y las constelaciones familiares nos enseñan que cada miembro del sistema tiene un rol insustituible. La figura paterna es esencial para el desarrollo saludable de un niño, y su ausencia puede generar desajustes emocionales que afectan la vida adulta.

Es responsabilidad de los adultos garantizar que los niños crezcan con una imagen equilibrada de ambos progenitores, brindándoles la oportunidad de desarrollarse con estabilidad, amor y respeto por su propia historia familiar.