Al ir hacia nuestro interior y escuchar nuestra intuición, nos reencontramos. Esa conexión con nuestra esencia nos coloca en un estado creativo constante, donde las oportunidades vienen una tras otra. Ese momento que nos encontramos con nuestro SER, con nuestro origen, empezamos a reescribir nuestro guion de vida.
Y no es precisamente que nuestro pasado haya sido malo, ni bueno. Ese significado únicamente lo asignamos nosotros desde nuestra percepción que está basada en nuestro sistema de creencias que hemos venido construyendo a través de nuestras experiencias. Cuando aprendemos a ver nuestras experiencias desde el amor y la paz nuestra percepción cambia y entonces empezamos a agradecer y honrar cada momento que haya desafiado nuestra estabilidad para que las raíces que hoy nos sostienen sean más fuertes.
Análisis Transaccional y el Guion de Vida
Una de las bases de las constelaciones familiares es el análisis transaccional de Eric Berne.
Según sus investigaciones, el guion de vida lo establece el niño durante su infancia, bajo la influencia sobre todo de sus padres y otras figuras de influencia para el niño. (2)
Dicho guion se va reforzando por las diferentes experiencias y acontecimientos que el niño va viviendo a medida que crece. Desde niños nos dicen como somos o como deberíamos ser, las cosas que están permitidas y las que no, como vestir, como afrontar los problemas. Algunos nos ayudan a tener autonomía, a formar nuestro carácter, otros sin embargo no nos permiten ir hacia la vida que queremos.
Entonces el guion de vida lo escribe tu niño, aquel que empieza a experimentar, a interpretar la vida basado en lo que aprende de sus creencias, su cultura, su educación. Esto, no es más que un guion heredado, algo que aprendimos de las personas que estuvieron a nuestro alrededor.
Orden de Pertenencia
Nuestros guiones heredados, pueden ser modificados, esto se lo hace cuando decidimos ser los protagonistas de nuestra vida. Cuando realizamos este pequeño cambio la abundancia, la felicidad, la paz aflora en nuestros corazones y somos capaces de hacer las cosas diferentes.
Lo mencionado anteriormente suena muy bonito, pero también parecería algo utópico o de cuentos de hadas. Y es que, en realidad, para hacer las paces con nuestros miedos, inseguridades, creencias limitantes, sanar heridas o traumas del pasado, es importante incluir, mirar a nuestro sistema familiar y sentirse parte de él (Orden de Pertenencia).
En el sistema familiar, cuando seguimos al pie de la letra las reglas de nuestra familia nos sentimos tranquilos, porque sabemos que no seremos excluidos. Y cuando queremos hacer algo diferente a lo que ha hecho nuestro sistema, a pesar que sea algo positivo para un crecimiento personal, el miedo a romper esas lealtades del sistema puede ser muy grande e inevitablemente aparece sentimientos de culpa.
Los conflictos familiares se originan por lealtades hacia nuestro sistema. Si esos conflictos no se resuelven entre quienes lo originaron, los herederos continuarán peleando y replicando el conflicto a sus futuras generaciones, es como una bola de nieve que va creciendo y creciendo, cada vez será más grande y más violenta por lealtad a sus ancestros.
Constelaciones Familiares
¿Cómo reescribir mi guion de vida?
De tal modo que para tomar algo nuevo, un nuevo camino, una nueva forma de hacer las cosas, es necesario reconocer y agradecer a lo que fue en nuestro sistema, a nuestras raíces que son ahora nuestro soporte, sin juzgar si fue bueno o si fue malo, y a la vez agradecer por dar lugar a la nueva experiencia, decisión o camino que hemos tomado.
Hay muchas técnicas para reescribir el guion de vida y poder descubrirnos más. Una de esas técnicas, son las sesiones de Constelaciones familiares que develan grandes misterios de nuestra vida. En estas sesiones emprendemos un viaje en tiempo al pasado y descubrimos o recordamos cosas posiblemente dolorosas, sin embargo, eso nos ayudará para reescribir todo aquello que queremos que sea diferente, esto se produce solamente una vez que hemos aceptado y respetado nuestro pasado. Aquí se producen movimientos de sanación con palabras, pensamientos y emociones en el presente.
Bert Hellinger dice que «la felicidad es dual». Crecer implica romper lealtades. No podemos limitar nuestros cambios y nuestro desarrollo al miedo a perder la pertenencia.
Destino
“Un árbol no puede escoger el lugar donde crece. Sin embargo, el lugar donde cayó su semilla es el lugar correcto para ese árbol. Lo mismo ocurre con nosotros. El lugar donde están nuestros padres es el único lugar posible para cada uno de nosotros y por tanto el lugar correcto”. Bert Hellinger.
Nuestro destino está ahí, es lo que somos, de dónde venimos, nuestra familia, creencias, costumbres, cultura, nuestro país, idioma, eso ya existe, nada se puede cambiar, por eso es importante permitirnos SER y asentir tal como fue y tal como es. La paz está en acoger y darle la bienvenida a nuestro destino, el pelear o estar en resistencia no lo va a cambiar mucho menos desaparecer.
Mientras más te resistes, más te acercas a ello.
¿Cómo es la relación con tu destino?
Responsabilidad
Por otro lado, la responsabilidad si es nuestra, la decisión de lo que hacemos con lo que hemos recibido en esta vida de nuestro sistema familiar. Esa es nuestra responsabilidad, darnos cuenta, reconocer, y mirar de qué lo que inconscientemente nos estamos haciendo cargo. El simple hecho de hacerte consciente es un gran paso y es nuestra responsabilidad cambiar si detectamos que seguimos algún patrón, así reescribimos nuestro guion de vida.
Puede ser que estemos tomando el lugar y la responsabilidad de otro miembro del sistema familiar, por ejemplo, una madre que se ha divorciado, puede ser que su hijo esté tomando el rol de la cabeza de hogar. Tomar responsabilidad nos hace libres.
Somos los que hoy somos gracias a todos y todo lo que forma nuestro camino.
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